A quién llamarías si estuvieras en coma?

Av. Santander - Manizales, 8 de junio de 2011. Lugar: Parque de los enamorados.


Hace sol, raro en éstas épocas del año ya que el clima se ha decidido a enfermar a la gente. Caminando sobre toda la Avenida Santander, escuchando música con los audífonos en mis oídos. Veo la gente pasar o quizás ellos me ven a mi, con cara meláncolica o como diría el poeta portugués Pessoa "con la saudade" alborotada. Nadie sabe que es por culpa de mi maldito pasado que está condenado a repetirse. Sin rumbo fijo, camino hacia el sector del Cable, qué por qué lo hago? No tengo idea, pero se siente bien estar solo por un momento.


Cada mujer, sea grande o joven, la miro... Detallo en cuestión de segundos su rostro, su cuerpo. Me doy cuenta de que las mujeres son un mal extremadamente necesario. No sé porque todas las personas me miran, será qué se nota mi saudade? Espero que sí. Casualmente, no me encuentro con nadie conocido, eso me alegra ya que sé que alguien medianamente inteligente notaría de una que estoy triste, luego vienen las preguntas estúpidamente obvias "estás triste?"... Qué fastidio!, empiezo a creer que me fastidia la gente; su cara de felicidad absoluta, de mi vida es perfecta, la sonrisa hoy no se contagia. Me paro en la Universidad de Caldas, en la sede Palogrande a pensar que soy un fracasado, que había soñado con ser un gran abogado, un gran esposo, un gran padre, un gran hijo... BAH!, basura. Lo sueños son el motor de la vida? Quién dijo eso? Para yo decirle que está demasiado equivocado.


Recuerdo la conversación que sostuve con mi amigo en el Parque de los Enamorados: "si estuviera en coma, a quién llamaría inconscientemente?", esa pregunta me atormenta pero me alegra, me hace sentir dubitativo en frente de la vida. A quién llamaría? No sé, demás que a ella. Y ahí es cuando recuerdo todo lo que pasó entre los dos. Esa historia que acaba cada día, cada segundo que pasa, cada cosa se acaba. No sé, demás que si es verdad que todo lo que empieza acaba, también sé que nosotros no éramos la exepción. Nosotros no somos perfectos...


Decidí en hacerme algo de daño, como para cambiar la monótona rutina diaria de ser o ser. Y es fácil hacerse daño, un vidrio, un carro... Cualquier cosa para sentir el placentero dolor de estar vivo. "A quién llamaría si estuviera en coma?" Me alegra esa pregunta. Sí, definitivamente la llamaría a ella. Suena en el teléfono móvil "Aún te amo" de Ricardo Arjona y pienso "hasta donde has llegado Camilo Ramírez Castaño, hasta donde has caído". Pero en estos momentos no me importa, lo único que me importa es en buscar esa fuente de dolor, ya sea psicológia o física, pero que me haga sentir vivo..


Con ganas de llorar, sigo mi rumbo... Llego hasta el Santa Inés, en el Sector de Milán. Pienso en aquellas dos personas que tanto he amado. "A quién llamaría si estuviera en coma?" Ya no es tan definitivo que la llamaría a ella, es más, se cambia el rumbo de mi pensamiento. Recuerdo aquellas épocas en las que la lloré, la besé, la abracé.. Y "a quién llamaría si estuviera en coma?" Dios, esa pregunta pasó de ser agradable a ser desesperante. Quiero encontrar la respuesta a esa duda que me atormenta en este momento!. Espero 15 minutos de pie en frente de la ventana que sé que da para la calle, la del salón de ella. Quizás esperando que se asome, o que alguien le diga que estoy afuera viéndola por la ventana. Ahí es cuando recuerdo que esa misma mañana había estado en el vagón de la Universidad Autónoma, tomando café y viendo la gente pasar tranquilas. Luego me acuerdo de los momentos de peleas, de lloradas, de rabias que ella me hizo pasar, pero es más fuerte el recuerdo de que ella fue a la mujer que siempre quise tener y pude tenerla. 


Me devuelvo hacia el Cable y paso por el Viaducto de Viscaya y me reta. La altura...


Ya todo está perdido con ella, con aquella, con la otra... Ya no queda nada de aquel amor tan grande, ya todo se acabó... La altura...


Pienso en la frase Nitszcheana de "Cuando no se es posible vivir dignamente, es mejor morir con dignidad"... La altura...


A quién llamaría si estuviera en coma? No lo sé, sigo sin saber, y prefiero no saberlo. 


Lo único que sé es que la amo cada segundo más.


A quién llamaría si estuviera en coma? Ya no lo quiero saber.

Comentarios

  1. Es muy interesante la forma en que escribes, en que le escribes al amor! Leí las entradas y esta fue de las que más me gustó.

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  2. Muchísimas gracias. Apenas veo tu comentario, ya que hace tiempo que no actualizaba el blog. Espero que te guste la nueva entrada que, aunque corta, creo que es suficiente. Muchas gracias, un abrazo.

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